¿Qué hacer cuando no quieren separarse de mamá?
Entre los dos y tres años, los niños y las niñas comienzan a buscar independencia. Cuando ya saben caminar, buscan explorar sus alrededores. Sin embargo, la mayoría de las veces siguen necesitando algo de qué apoyarse, por lo cual recurren a su madre. No se trata de que rechacen a los demás, sino que la madre es lo único que los hace sentirse seguros. También es una etapa donde les cuesta más trabajo confiar en los demás. Esto se puede arreglar haciendo que pasen más tiempo con otras personas cercanas, pero con la madre siempre cerca por cualquier cosa. Si tu hijo grita, hace berrinches o tiene problemas para separarse de mamá es probable que esté sufriendo de ansiedad de separación. Aquí te dejamos algunos consejos para enfrentarlo y ayudar a que tu hijo comience a ser más independiente:
Utiliza un sustituto
Durante la ausencia de mamá busca algo que al niño o niña le recuerde a ella, puede ser un juguete, un peluche o incluso una canción. Cuando mamá no esté, utiliza esto para crear la sensación de que todavía está ahí y tu hijo o hija pueda sentirse más relajado.
Practica
Practica la separación de antemano. Si vas a dejar a tu hijo a cargo de algún familiar o de una niñera, invita a la persona a pasar tiempo con el niño cuando tú estés ahí. Preséntalo y deja que se vayan conociendo. De esta manera el niño o niña no se sentirá tan incómodo y extraño al momento de la separación, sino que tendrá un sentimiento de seguridad al estar con una persona que ya conoce.
Mantén la calma
Cuando sea momento de despedirse, hazlo de manera cariñosa, pero con firmeza. Asegúrate de que tus palabras transmitan calma y, una vez que te vayas, no mires atrás. Asegúrale que vas a volver y explícale cuándo volverás, utilizando conceptos que sean fáciles de entender, por ejemplo: “Volveré a la hora de la comida”.
Crea una rutina
Intenta establecer una rutina en torno a tu partida, es decir, bajo el mismo horario y condiciones, y evita factores inesperados que puedan alterar al niño. Crear una rutina ayuda a disminuir la angustia del pequeño y le ayuda a tener más confianza en sí mismo y en su madre.